Adiós a Florence Arthaud, la novia del Atlántico

Hoy nos sorprendía la noticia del fallecimiento de un grupo de 10 personas en una colisión entre dos helicópteros en la provincia de La Rioja, Argentina. Entre las víctimas que iban participar en la grabación de un programa de TV se encontraban destacadas figuras del deporte francés como Camille Muffat, campeona olímpica de natación, Alexis Vastine, boxeador también olímpico y Florence Arthaud, destacada navegante.

Arthaud en España, fuera de los círculos más especializados, quizás no fuera muy conocida. En Francia si saltó a la fama cuando en 1990 ganaba la Rhoute du Rhum (ruta del ron) Para quien no lo sepa, esta es una regata mítica dentro de la navegación transoceánica en solitario, se disputa cada cuatro años y une el puerto francés de Saint-Malo con el puerto caribeño de Pointe-à-Pitre (Guadalupe) con un recorrido de 3.568 millas náuticas (6.610 Km) Florence ganaba tras 14 días y 10 horas a la caña del trimarán Pierre 1er, no la frenaron ni el piloto automático ni la radio averiada, ni una hernia cervical. La victoria hizo de ella una estrella en su país.

De carácter fuerte, temperamental y rebelde, luchó contra los prejuicios de un mundo machista. “Me indigna la frialdad de los patrocinadores a la hora de confiar un barco grande a una mujer.“ Sus formas eran directas, no se mordía la lengua. Después de su victoria se atrevió a gritar desde el muelle "La vela no es un deporte de machos"

Navegó con los más grandes marinos franceses, como Bruno Peyron y Loïc Péan. Con Jean Le Cam quedó segunda en la Transat Ag2R de 1996. Pero no era la típica deportista de gimnasio, más bien lo contrario. comía lo que le apetecía, bebía alcohol y fumaba. Titouan Lamazou, ganador de la primera Vendée Globe, conocía bien a Arthaud. “Ella no tenía ni veinte años y era muy amiga de la tripulación del 33 Export. Me acuerdo perfectamente de un almacén en el que había un bosque de cuerdas donde jugábamos a Tarzán yendo de liana en liana. Quedé encantado con esta chica que parecía más Tarzán que Jane." declararía a L'Equipe.

Había sufrido a lo largo de su vida varias expereincias cercanas a la muerte, la primera con sólo 17 años, cuando quedó en coma tras un accidente de coche. Más reciente, el 29 de octubre de 2011, justo el día despues de su 54º cumpleaños, navegando de noche, a una quincena de kilómetros del Capo Corse en el Mediterráneo, cayó por la borda viendo su barco perderse en la oscuridad. Le salvó un móvil que le había regalado su madre resistente al agua, gracias al geolocalizador y a una antorcha pudo ser rescatada 2 horas después con síntomas de hipotermia.

Florence era consciente de los peligros del mar. En 1986 ya vivió una experiencia dramática en la Ruta del Ron cuando desvió su rumbo para auxiliar a su amigo Loïc Caradec. Cuando llegó encontró el trimarán Royale volcado y sin signo alguno de vida. Pero pese a todo necesitaba navegar "El mar es simplemente la mejor decoración del mundo. Yo necesito de la belleza. Si no, no soy feliz."

Su último proyecto era organizar una regata 'Odisea de mujeres", de mujeres para mujeres, por el Mediterráneo este verano. No tuvo tiempo.