Mis libros: Bajo los cielos de Asia

Por Marc Abella

“Las montañas, esas cimas esteriles que solo son la medida de nuestro propio ego, quisiera desprenderme de ellas para siempre, quisiera no necesitarlas más.

Las cimas son nuestro abismo, son la medida exacta de nuestra intrascendencia, son solamente vacio. Cómo nos las arreglamos para llenar ese vacío, esa es nuestra leyenda.

Que vacias estan las leyendas, eso es el viento.”

Iñaki Ochoa de Olza, muy probablemente todos habéis oído hablar de él, es seguramente y por desgracia uno de los alpinistas españoles más conocidos para el público general, digo por desgracia no porque no se merezca ser conocido, nada más lejos de mi opinión, sino que es conocidos por su intento de rescate en la cara sur del Annapurna.

En este libro póstumo, hecho por textos del propio Iñaki, podemos ver de que pasta estaba formado este navarro.

En un momento en el que parece que el Alpinismo, y sobre todo el Himalayismo, se basa en formar parte de ciertas listas, acumular cimas al precio que sea,… contrasta la visión que mantenía ( pues dudo que todos los que suben montañas de 8000m no la hayan tenido en algún momento de sus vidas) de como hay que vivir la montaña, como es todo parte uniforme de un viaje, donde no hay una meta clara, simplemente disfrutar del viaje, los compañeros y si finalmente ella quiere, la montaña.

“Volver todos, volver amigos, hacer cima… esas son, por ese orden, las tres normas de todos expedición en el Himalaya” (Aplicable a todo en esta vida.)

Con una sencillez que muchas veces cuesta de encontrar, más cuando las marcas intentan crear ídolos, explica como son simplemente las ganas y la pasión lo que mueve las piernas en momentos difíciles. Destaca la facilidad con la que es capaz de hacer entender la necesidad de saber decir no a un sueño que lleva años metido dentro sea porque no es el momento, porque un compañero necesita ayuda, porque las sensaciones que encontremos no son las que esperábamos… cosas que ya parece que cuesta de tener claras con el oxígeno que hay a nivel del mar, y que parecen más complicadas de mantener en coherencia cuando empiezan a subir los metros en el altímetro.

Coherencia, sencillez, pasión, amor y momentos desternillantes, serian las palabras que mejor definirían este libro, que os invito a leer con calma si tenéis la oportunidad.

“Y ellos, (refiriéndose a los que “construyeron “ARAMON), comprenderán que todavía quedan idiotas, como yo, que harán las cosas según se lo dicte su conciencia, que es una cosa muy rara y muy difícil de explicar que algunos tíos tienen en la cabeza.”

Cita de Iñaki, en una de las muchas columnas que escribió para revistas y diarios, recomendables también 100%.

Hay un Informe Robinson, sobre el intento de rescate de Iñaki, que muestra muy claramente como marcó a los que estuvieron cerca suyo en algún momento, y eso dice mucho de una persona: