De niño de la calle a surfista de grandes olas: la historia de Coco Nogales
- cpoutdoormag
- 13 ene 2015
- 2 Min. de lectura
Carlos “Coco” Nogales, natural de Aguascalientes (México) tuvo una infancia difícil. Se escapó de casa siendo un niño y con 8 años se convirtió en uno de los niños de la calle que pueblan las calles de Mexico D.F. Sobrevivía vendiendo chicles y mendigando, dormía en paradas del bus, debajo de coches o entre los arbustos de los parques. Tenía problemas con la policía...
Tras algún paso por centros de detención juvenil, decidido a cambiar de aires, Coco compra un billete de bus a Acapulco. Allí conoce a otro niño de la calle, algo mayor que él, que le habla de un lugar llamado Puerto Escondido, un pequeño pueblo costero de Oaxaca que atraía a una incipiente comunidad de chicos jóvenes, surfistas, en busca de grandes olas.
En Acapulco Coco es detenido por la policía e interrogado por temas relacionados con los cárteles de la droga. Esa noche decide irse de nuevo, compra otro billete de bus y mete todas sus pertenencias en una bolsa de plástico. Su destino: Puerto Escondido.
Coco cuenta con 11 años y está solo pero allí, a diferencia de las ciudades anteriores, encuentra verdaderos amigos. Uno de ellos Fidencio Silva le permite comer en el restaurante de su madre y trabajar en la cocina. A su vez en el restaurante conoce a los hermanos Ramirez, Juan y Miguel, que lo introducen en el mundo del surf.
Empieza a ganarse la vida ayudando a Miguel a reparar tablas y a la vez comienza también a surfear. Al principio las olas le aterraban, pero al mismo tiempo le provocaban una gran atracción.
Es en la playa donde conoce a unos surfistas californianos, Rick Massie y Chris Garcia, con los que entablaría amistad y los acompañaría a vivir a Venice Beach, EEUU (como inmigrante irregular) Ante la insistencia de sus amigos asiste dos años al colegio pero extraña la libertad de Puerto Escondido y no logra terminar el instituto.
Con 17 años aparecería en portada de Surfer Magazine, hecho que le cambiaría la vida para siempre. No sería su única portada.

Actualmente es considerado uno de los mejores surfistas del mundo en grandes olas a la vez que dirige un proyecto llamado AHAVA, para inspirar a las nuevas generaciones de mexicanos, especialmente niños sin recursos y hacerles ver que existe una salida en el surf.
"La vida me ha puesto pruebas difíciles, son tantas que, no sé en este momento cuál ha sido la mayor. Pero lo más importante es levantarse, seguir viviendo la vida al máximo."
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